BRECHA DIGITAL, LA LABOR EMPIEZA EN EL COLEGIO.
Las
transformaciones tecnológicas y sociales que se están produciendo en los
inicios del siglo XXI afectan sin duda a la educación de múltiples formas. La
brecha digital o analfabetismo
tecnológico dejará al margen de la red comunicativa a determinados grupos de
población y provocará mayores dificultades para acceder y promocionar en el
mercado laboral, así como indefensión y vulnerabilidad ante la manipulación
informativa e incapacidad para la utilización de los recursos digitales.
Quienes
no sepan desenvolverse en la cultura y tecnología digital de un modo
inteligente (saber conectarse y navegar por redes, buscar información útil,
analizarla y reconstruirla, comunicarla a otros ciudadanos) no podrán acceder a
la cultura y a los entornos laborales de la Sociedad de la Información, por lo
que tendrán una alta probabilidad de quedar marginados en la sociedad del siglo
XXI.
Este
desarrollo tecnológico afecta ya a todas las áreas de la vida y a todos los
miembros de la comunidad, y en el futuro inmediato es previsible que lo haga
aún más. Nuestro alumnado, como ciudadanos del siglo XXI, tiene unas
necesidades, unas motivaciones y una actitud hacia las TIC completamente
distintas que el de hace tan solo unos años.
Es
cierto que en la actualidad los centros educativos se muestran razonablemente
eficaces en los procesos de socialización, integración, educación afectiva,
formación ética y en valores. Sin embargo, los procesos, los materiales y las
herramientas de aprendizaje aún se pueden mejorar para adaptarse a esta nueva
situación. Por tanto, las unidades educativas necesitan actualizar su metodología para
afrontar este gran reto.
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